¿A veces no sientes que cometes errores?
Pues bien, uno de ellos fue aquel verano, donde conocí a un chico majísimo, alto, moreno, con los ojos azul verdosos, deportista, gracioso… Era un buen amigo. Se llama Alberto.
Yo estaba enamorada de otro muchacho, rubio, de ojos marrones, alto, buen futbolista, se llama David. En aquellos tiempos me parecía que era lo mejor que me podía pasar, ya que él estaba siempre conmigo, me trataba con cariño, me besaba, pero no era capaz de dar el paso.
Se lo conté todo a Alberto, nos conocíamos desde hacía poco pero me había demostrado ser muy buen amigo. Me dijo que si quería, que hablaría con David, y yo le dije que no se molestara, que quizá era mejor dejarlo todo como estaba, si no daba la iniciativa por sí mismo, no la daría porque hablara con él. Yo sabía que David era un chico guapo pero un poco tonto en realidad, era un niño consentido… YO ya empezaba a cansarme de que todo fuera como el quería. Pero seguía enamorada como una tonta…
Días después, Alberto me confesó que me quería, que no le gustaba verme sufrir, que me quería como algo más que a una simple amiga… yo estaba confusa, no sabía que decir… Desaproveché esa oportunidad de gloria…
Ahora, casi un año después, tengo un amigo estupendo, llamado Diego, siempre me saca esa sonrisa que necesito, me apoya en todos los momentos tanto buenos como malos… Es genial.
Le he contado que me estoy enamorando de Alberto, que perdía aquella buena oportunidad y no sé si él sigue sintiendo algo… Intento sacar el tema de amores, pero soy incapaz… Cuando estoy a punto de sacarlo, siempre me echo a atrás… son errores fatales.
Diego me intenta ayudar, dice que si no me atrevo yo, que hablará con él, es un gran amigo, me alegro de haberlo conocido, no me ha decepcionado nunca.
Solo espero que todo salga bien, como Diego me ha dicho. Cometí el error de haberle rechazado aquel verano, pero de lo que estoy segura e de que voy a luchar por lo que quiero y que si esa oportunidad vuelve a llamar a mi puerta, la invitaré a pasar y a quedarse siempre, porque no la perderé una segunda vez, que le quiero, y me ha demostrado mucho.
Diego gracias por todo lo que haces por mí, tus apoyos, tus gracias, me haces sentir genial, eres un gran amigo, me alegro de haberte conocido, nunca me has decepcionado y espero que nuestro BFF dure para SIEMPRE.
Simplemente Gracias.