miércoles, 25 de mayo de 2011

Los enemigos también pueden ser buenos amigos.

Hace poco tiempo, Oliver, un chico agradable y gracioso, mide 170cm, con un pelo negro brillante, muy moreno de piel, con unos ojos de color marrón muy bonitos, y un buen jugador de fútbol.
Él conocía a dos chicas. Una de ellas era  rubia, con ojos azul verdosos, Martina. La otra, Jenny,  castaña oscura, muy morena y con ojos marrón brillante. Eran majas y extraordinarias y Oliver no sabía a quién elegir, ambas enamoradas de él. Al principio, Oliver se repartía el tiempo para las dos, y claramente, Martina y Jenny, estaban enfrentadas, aunque se conocían apenas de un día.
Jenny lo pasaba muy mal, ya que Oliver estuvo pensando y había decidido quedarse con Martina.
A la semana, Jenny, recibió una llamada de Oliver, sorprendida, se lo cogió. Él empezó a decirla que había hablado con Martina y que habían acabado, ya que se había dado cuenta de que la prefería a ella.
Después de un mes, Jenny y Oliver siguen juntos, pero lo mejor de todo, es que hablando por las redes sociales, Martina y Jenny han arreglado las cosas y ahora son buenas amigas. La fuerza de la amistad vale más que ninguna otra cosa.

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